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Válido para: vehículos con regulador de velocidad
El regulador de velocidad permite conducir con una velocidad constante a partir de 20 km/h.
Para activar el sistema, desplace la palanca hasta la posición -1- fig. 81►.
Conduzca a la velocidad que se deba regular.
Pulse la tecla -A- para memorizar la velocidad.
La velocidad memorizada y el testigo de control
se visualizan en el cuadro de instrumentos.
La velocidad se mantiene constante mediante la adaptación de la potencia del motor y la intervención activa en los frenos.
ATENCIÓN
- Preste siempre atención al tráfico aunque el regulador de velocidad esté activado. El conductor es el único responsable de la velocidad del propio vehículo y de guardar la suficiente distancia con respecto a otros automóviles.
- Por motivos de seguridad, el regulador de velocidad no deberá utilizarse en el tráfico urbano, en caso de atascos, en carreteras con muchas curvas o si la calzada está en mal estado (p. ej., en caso de hielo, niebla, gravilla, lluvia fuerte y aquaplaning). ¡Peligro de accidente!
- Desactive el regulador de velocidad temporalmente si circula por carriles para girar, salidas de autopista o tramos donde hay obras.
- Tenga en cuenta que “apoyar” el pie en el pedal del acelerador de un modo inadvertido tiene como consecuencia que el regulador de velocidad no frene. Ello se debe a que la aceleración produce una sobreregulación del regulador de velocidad.
- Si estando activado el regulador de velocidad se presenta una anomalía del freno (p. ej. recalentamiento), es posible que se suprima la intervención activa en los frenos. Las demás funciones del regulador de velocidad seguirán activadas mientras luzca el testigo .
Aviso
- Vehículos con cambio manual: la velocidad programada sólo se puede alcanzar si lo permite la marcha engranada, el motor redondea y no se pasa de revoluciones. Por ello, ponga a tiempo un marcha más larga o más corta.
- Las luces de freno se encienden si se produce una intervención automática en los frenos.